Durante el encuentro, se presentaron tres ponencias que abordaron la evolución de las startup,  y los cambios en los modelos de negocios; así como la importancia de las métricas que puedan medir la intensidad tecnológica y la innovación de las empresas.

En el marco del XIX Congreso Latino-Iberoamericano de Gestión Tecnológica 2021 (ALTEC), la Pontificia Universidad Católica del Perú desarrolló el webinar Startups, intensidad tecnológica e innovación: una mirada al 2030, encuentro en el que participó como ponente el profesor Christian Cancino.

En esta actividad, que se llevó a cabo el pasado 26 de noviembre vía remota, también expusieron el profesor de la Universidad de Matanzas, Cuba, Dariel de León García; y el académico Héctor Guardamino de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).

El profesor Cancino, en su charla titulada Agilidad de las Startups: medidas de desempeño en negocios de base tecnológica habló sobre las Startups y el origen del concepto de las empresas Unicornio (sobre USD 1 billón), Centauro (USD 100 millones) y Ponies (USD 10 millones), como se les conoce; así como su funcionamiento y sus principales características.

“Las economías están promoviendo el desarrollo de estas nuevas empresas de bases tecnológicas que cambian sus respectivos mercado”, dijo.

Explicó que estas empresas privadas, en general, cuentan con agilidad en sus procesos, para ir cambiando rápidamente, crecen y se desarrollan de una manera veloz, alcanzando una alta valoración que hace que, en la etapa inicial, se mantengan en el ámbito privado, o sea no cotizan en la bolsa de comercio. Luego, tienen una transición, cuando necesitan crecer e inyección de capital, preparan su salida a la bolsa, para posteriormente ser vendidas. Además, buscan crecer a nivel global, en mercados internacionales, y no local.

Comentó que Estados Unidos es el país que cuenta con el mayor número de Unicornios, seguida de China y Reino Unido. En el caso de Latinoamérica, existen ejemplos como la colombiana Rappi o la argentina Despegar, pero que “falta mucha ayuda desde el ámbito público y proporcionar programas que promuevan y potencien estos negocios”.

Destacó que estas empresas nacen para crecer, pero no para ganar dinero rápidamente. De hecho, dijo que el resultado financiero no necesariamente es lo más importante para ellas en un inicio.

Y subrayó que este es un tema importante, pues detalló que, a diferencia de las métricas utilizadas como medidas de desempeño en los negocios tradicionales, como el EBITDA, la utilidad operacional o los niveles de costos de producto, en el caso de estos negocios, en una etapa inicial, no son importantes.

Por el contrario, estos negocios se concentran, principalmente, en aumentar el volumen de clientes, utilizando medidas como costo de adquisición de clientes, tasa de retención, tasa de fuga, ingresos por cliente de largo plazo, retorno de gasto en publicidad, usuarios activos mensuales, entre otros. En ese aspecto, “queman mucho dinero en operaciones para atraer más clientes”, dijo.

Y agregó que es un desafío para la academia, al establecer mejores prácticas en los sistemas de indicadores empresariales.

Junto a ello, puso una alerta señalando que existen riesgos asociados a la incertidumbre  y fraudes. Subrayó que hay empresas que atraen inversionistas, mostrando más clientes de los que tienen u ofreciendo servicios y productos que no tienen nada que ver con lo prometido, lo cual termina en un engaño. Puso como ejemplo el caso Theranos y Wirecard.

Ponencias

En tanto, el profesor De León García abordó en su presentación Métrica y mejora de la intensidad tecnológica en organizaciones empresariales: una visión hacia 2030 en Cuba, cómo contribuir a la mejora del desempeño empresarial, a partir del proceso de gestión de la innovación. 

Considerando el contexto de cuba mencionó que ha habido una evolución del sistema empresarial y un aumento en la mejora de la capacidad de innovación, marcada por hitos, existiendo aperturas desde un enfoque de competitividad, sobre todo en la capacidad de conectividad, en el mercado internacional, aumento en la intensidad tecnológica, en algunos sectores considerados claves, según la estrategia de ese país.

Por lo mismo, señaló que la tarea fuerte se encuentra en medir y mejorar el desempeño de las empresas, a partir de la intensidad tecnológica. Hacia el año 2030 dijo que la recomendación general es que los factores de capacidad tecnológica se encuentren alineados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Estos cinco factores son la capacidad tecnológica para la investigación y desarrollo (I+D) y el aprendizaje tecnológico; la capacidad tecnológica de dirección estratégica de la innovación;  capacidad tecnológica de mercado; capacidad tecnológica para la producción; y cálculo de la capacidad de gestión de los recursos financieros.

Mencionó que algunas de la claves, para la consecución de estos objetivos es centrarse en la realización de valor, tener una visión y estrategia de innovación y colaboración, entre otros.

“La novedad radica en la concepción de una tecnología contextualizada, preventiva-correctiva y que brinda la posibilidad de almacenamiento histórico de datos y sus respectivas informaciones para el logro de proyectos de innovación en empresas con grado significativo de intensidad tecnológica”, dijo.

Posteriormente, el profesor de la PUCP expuso en su charla titulada Gestión tecnológica para la innovación de servicios financieros: Estudio de casos múltiples de startups FinTech en Lima Metropolitana. Para ello, analizó cuatro empresas: Apurata, Difondy, TasaTop y Tranzfer.me.

En primer lugar, el académico explicó que son las FinTech, cómo están revolucionando los servicios financieros y algunas definiciones relevantes, para entender su investigación, tales como los conceptos gestión de tecnología e innovación.

Recalcó que para mejorar es indispensable conocer las falencias, por medio de un diagnóstico de la realidad de la empresa. Sin eso, agregó es imposible poder mejorar e innovar en los procesos y entrega del servicio.

Y, en esa línea, se enfoca la problemática del estudio que presentó, pues dijo que existe una “necesidad de que las áreas de tecnología en las cuatro FinTech estudiadas tengan acceso a un mejor diagnóstico del desempeño de sus procesos, para facilitar su gestión tecnológica”.

Para ello, propone la implementación de un modelo de seis facetas que involucra la integración del producto y su proceso, el planeamiento, implementación, formación, cambio, y evaluación de la tecnología.

El profesor Guardamino  concluyó señalando que este modelo “se propone como una excelente herramienta para analizar el nivel de gestión tecnológica de los procesos del área de tecnología de las FinTech”. Agregó que el caso de TasaTop es la empresa más  preparada para innovar y que la cantidad de años funcionando en el mercado no significa que la organización gestiona mejor sus procesos tecnológicos.