Quizás hayas escuchado hablar sobre la autoestima un montón de veces a lo largo de tu vida y aún te surgen dudas como: ¿qué es en realidad? ¿cómo se forma la autoestima? ¿Cómo puedo saber si tengo una autoestima alta o baja? y ¿cómo puedo trabajar en mi autoestima? Entre otras dudas.
La autoestima ha sido definida y abordada por diversos enfoques y autores dentro de la psicología. Sin embargo, todas estas miradas concuerdan como base en que la autoestima es la percepción que tienes de ti mismx y no lo que otrxs piensen de ti, revela el juicio que cada persona tiene sobre sus capacidades a la hora de enfrentarse a un desafío o situación dolorosa (¿comprendo y soy capaz de enfrentar un problema?) y también sobre el merecimiento de ser feliz (¿creo merecer ser feliz?, ¿defiendo mis derechos y/o intereses?). Cabe destacar, que la autoestima es un componente fundamental en el bienestar integral de los seres humanos, no hay nada más importante que lo que piensas de ti mismx, pues esto influirá en todos los aspectos de nuestras vidas, creando así nuestro proyecto de vida pues todas tus decisiones serán tomadas en base a la visión más íntima que tienes de ti.
La autoestima se va formando desde la más temprana infancia y adolescencia, siendo alimentada por los mensajes que entrega la sociedad en general y los adultos, principalmente lxs padres. Si nuestros padres nos transmitían confianza, respeto y amor, es muy probable que tu autoestima esté basada justamente en estos valores, en cambio, si nos hacían sentir inútiles, inseguros y desvalorizados, creeremos que así somos, aunque eso no tenga nexo con la realidad. Por ello, la importancia de dichas etapas, donde tu identidad está en plena vía de desarrollo. No obstante, la buena noticia es que la autoestima es un aprendizaje que puede modificarse, por ejemplo, si ya eres adultx y aún piensas que eres “incapaz e inútil de lograr cierto objetivo” es posible que luego creas que eres “inteligente y capaz” de cumplir todas tus metas.
Si sientes que necesitas trabajar en tu autoestima, primero es necesario identificar qué percepción tienes de ti mismx y en qué grado se sitúa tu autovaloración. Algunas preguntas que nos pueden servir para reflexionar son las siguientes: ¿Me acepto realmente como soy?, ¿me comparo continuamente con los demás?, ¿me siento capaz de enfrentar un desafío?, ¿cómo me hablo a mi mismx?, ¿me siento merecedor de la felicidad? Si algunas de tus respuestas o la mayoría estuvieron inclinadas a una visión más negativa de ti, es necesario que debas tomar algunas acciones para comenzar a desarrollar una autovaloración positiva. Como, por ejemplo, aceptar y expresar lo que estás sintiendo con algún familiar o ser querido de tu confianza, ya que al hablarlo con alguien cercano nos permitirá sentirnos acompañadxs en este proceso, además de los otros importantes beneficios que nos trae el conectar con nuestras emociones. También, puedes comenzar a invertir en ti mismx, es decir, realizar pequeñas cosas que te gustan y traen placer a tu vida. Finalmente, si sientes que no puedes solx, puedes pedir ayuda profesional con algún profesional de la salud mental, como por ejemplo, con unx psicologx del PAS, donde en conjunto pueden ir construyendo una mejor visión de ti mismx. Esto es importante, ya que al iniciar un proceso psicoterapéutico puedes profundizar mucho más en ti, y tener un espacio confiable y seguro de autoconocimiento.
“La curiosa paradoja es que cuando me acepto tal como soy, entonces puedo cambiar” Carl Rogers-
Recuerda que en FEN hay un Programa de Apoyo Psicológico para estudiantes (PAS), gratuito, donde puedes consultar.
Correo PAS: pas@fen.uchile.cl
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