Pareciera ser que en ciertos momentos somos más vulnerables al estrés o al cambio, tal como es más probable que nos enfermemos si tenemos las defensas bajas. Muy pocos podemos decir que siempre tenemos buen ánimo y que nos sentimos completamente satisfechos con nuestra vida. Usualmente estamos felices con partes de ella, pero no toda. Esta sensación ocasional es natural y suele pasar con el tiempo. Mientras podamos sentir que mañana va a ser mejor, podemos soportarlo y seguir con nuestro día a día. El estar bajoneado se vuelve un problema cuando nuestro ánimo no parece mejorar. Todo se siente como una lucha, nos sentimos mal con nosotrxs mismxs, y con el futuro. “Me siento abrumadx con todo lo que siento”
La depresión se experimenta diferente en cada persona: Puede afectar el cómo nos sentimos y pensamos: sentirnos inútiles y/o vacíos, sensación de cargar con un gran peso que nos tira para abajo, nos culpamos de muchas cosas que no son necesariamente nuestra culpa, sentimos que las cosas nunca van a mejorar, estamos más irritables con las personas que nos rodean lo que luego nos hace sentir mal. Nos cuesta concentrarnos y tomar decisiones parece imposible. Nos cambia el sueño y el apetito. “Una a una las cosas empezaron a salir mal, me sentía inútil, sentía que tenía la culpa de todo” Parte de la depresión es sentir que nada nos puede ayudar y que no merecemos ayuda. Eso quiere decir que uno de los primeros y más difíciles pasos a dar es aceptar que algo nos está pasando y que es posible hacer algo al respecto. La depresión SE PUEDE TRATAR y es posible recuperarse. La experiencia incluso puede impulsar cambios positivos en nuestra vida.
Superar la depresión puede tomar harto tiempo, pero recuperarse es posible, aprender a relajarnos y afrontar los momentos de estrés va a ser un factor muy importante. Parte de superar la depresión es el aprender a hacer cosas que nos gusten y nos den satisfacción.
A veces es útil hablar de lo que nos pasa con personas fuera del círculo de amigos/as o familia. No debemos sentirnos avergonzados/as de necesitar ayuda.
- Tratamiento médico: Existe tratamiento con fármacos en algunos casos de depresión (dato: algunos antidepresivos tardan entre 2 a 4 semanas para hacer efecto en nuestro ánimo). Es muy importante que el doctor nos dé toda la información necesaria.
- Psicoterapia: A algunos/as no nos gusta hablar de nuestros problemas, pero es importante buscar apoyo en alguien en quien puedas confiar. La psicoterapia nos ayuda a tomar un mayor control de nuestra vida y poder enfrentar estas dificultades de mejor manera a largo plazo. “Sentí que por fin alguien me podía entender, sentí que boté un peso”. “Me conozco mejor ahora. Estoy empezando a entender el por qué me deprimí y a qué ponerle ojo para nunca sentirme tan mal de nuevo”.
La depresión alimenta la depresión. Es un círculo vicioso. Los pensamientos negativos que podemos tener nos ocupan mucha energía y atención, y se convierten en una gran fuente de preocupación. El conocer y escuchar las historias de otras personas que hayan atravesado una depresión puede ser una gran fuente de ayuda, y también nos puede dar la oportunidad de ayudar a otros. •Tengo un amigo o familiar pasándolo mal, ¿qué puedo hacer? La depresión suele ser una experiencia muy dolorosa y agotadora, tanto para quien la padece como para sus amigos y familiares cercanos. Puedes ayudar siendo paciente y mostrando interés. No centrarse solo en lo que está mal. Tu rol puede alentarlo/a a hablar de lo que le pasa. Puede tomar tiempo. Alguien que está pasando por una depresión ya se siente muy culpable, así que trata de no culparlx o juzgarlx. También puedes acompañarlx a buscar ayuda. Muchas veces vas a sentir impotencia o enojo por no saber cómo ayudar. Si consideras que la situación es grave (por ej. está con pensamientos suicidas) debes alentarlo para que consulte con un psiquiatra o ir a una unidad de emergencia. Muchas veces puede ser muy pesado, y será importante que no lo hagas solo/a.