Es una forma de relajación en acción, o sea, utilizas el movimiento para lograr relajarte y centrarte.

Puede ser útil antes de entrar a dar una prueba, hacer una presentación, hablar con alguien que te gusta, etc. No se requiere un lugar especial: puede ser en tu habitación, en la calle, en un pasillo de la facultad, puede haber más gente o ser un espacio deshabitado.

Técnica:

  1. Empieza a caminar, manteniendo la mirada a la altura de los ojos y sin fijarla en nada (solo sirve para ubicar el espacio en que estás), dejando los brazos sueltos.
  2. Siente los distintos puntos de  apoyo de tus pies en el suelo, la sensación al pasar el pie de atrás hacia adelante, el cómo se mantiene el equilibrio.
  3. Siente el apoyo de tus piernas en los pies.
  4. Siente el apoyo de tu columna en las piernas, toma conciencia de cómo se transmite el movimiento del paso a la columna. Si prestas mucha atención, sentirás este movimiento en tu columna cervical.
  5. Deja que tus hombros se apoyen sobre la columna (puedes imaginar una regla T).
  6. Deja que tu cabeza se apoye sobre la columna.
  7. Deja que tus brazos cuelguen de los hombros.

Puedes mantener la caminata el tiempo que requieras, hasta que te sientas en calma.

Ximena González

Coordinadora Programa Apoyo Psicológico