La Comisión Nacional de Acreditación (CNA) informó este 10 de diciembre que la Universidad de Chile obtuvo la acreditación máxima en todas las áreas evaluadas. Este resultado reconoce la solidez de su proyecto académico, la calidad de sus procesos formativos y la contribución sostenida que la institución realiza al país desde su misión pública.

Luego de dos años de trabajo, donde se involucraron miles de integrantes de la comunidad universitaria, la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) informó que la Universidad de Chile fue acreditada en nivel de excelencia por 7 años (2025-2032). El proceso de autoevaluación, liderado por la Prorrectora Alejandra Mizala, permitió integrar miradas diversas, revisar críticamente los avances de la Universidad y definir con claridad los desafíos que guiarán el nuevo ciclo institucional. Con ello, la Universidad de Chile obtiene, por cuarta vez consecutiva, la acreditación máxima.

«Este resultado es fruto de un esfuerzo colectivo de nuestra comunidad», señaló la Rectora Rosa Devés, quien destacó que «obtener siete años de acreditación no es solo un orgullo; es también una responsabilidad». «En tiempos en que el valor del conocimiento, la evidencia y la libertad académica enfrentan tensiones crecientes, la Universidad de Chile reafirma su deber de responder con rigor y autonomía, avanzando el conocimiento y educando en un marco de equidad. Este reconocimiento confirma que contamos con una comunidad preparada para los desafíos presentes y futuros que requieren de su talento, su imaginación y su fuerza», agregó.

La decisión de la CNA confirma una trayectoria de mejora continua expresada en avances concretos, como la renovación completa de los planes formativos de pregrado con nuevos estándares de calidad e igualdad de género; el fortalecimiento del cuerpo académico y el aumento de la participación de mujeres (252 académicas más, entre 2018 y 2025); la expansión de la investigación y la innovación con impacto público; la consolidación de la vinculación con el medio con 17 mil actividades realizadas entre 2018 y 2024, incluida la inauguración del Complejo VM20 y la Sala Sinfónica; y un sistema de aseguramiento de la calidad más robusto y articulado, que orienta la planificación estratégica de toda la institución.

Durante el periodo recientemente evaluado, la Universidad también destacó por su aporte formativo y su capacidad de producir conocimiento de frontera. Por ejemplo, en 2025, fue la institución con mayor número de matrículas nuevas entre las universidades con acreditación de excelencia y logró importantes avances en progresión y titulación. Además, durante 2024 graduó al 16% de las y los profesionales con grado de doctor del país. En investigación, alcanzó el liderazgo nacional en adjudicación de proyectos ANID y en proyectos concursables para I+D. Asimismo, entre 2018 y 2024, el 51% de sus artículos científicos se publicaron en revistas indexadas de alto impacto.

Una comunidad que mira al futuro

“Esta acreditación refleja el trabajo riguroso y comprometido de una comunidad que mira su quehacer con honestidad y responsabilidad pública. Confirma que la Universidad de Chile avanza cohesionada, con un proyecto claro y con la convicción de que su misión con el país se proyecta con renovada fuerza hacia el futuro”, señaló la Prorrectora Alejandra Mizala.

En esa misma línea, la Rectora Devés indicó que esta acreditación “nos impulsa a avanzar en prioridades que ya hemos definido, como son la formación integral para el ejercicio de la ciudadanía, la ciencia e innovación con propósito público, el desarrollo y uso ético de nuevas tecnologías, una vinculación que contribuya al bienestar social, y una gestión e infraestructura que aseguren la excelencia, equidad y sostenibilidad”.

Así, esta acreditación en nivel de excelencia marca el inicio de una etapa orientada a profundizar transformaciones en áreas clave, como la flexibilidad curricular, el acompañamiento estudiantil, la internacionalización, la igualdad de género, el fortalecimiento de la investigación, la modernización de la gestión y el desarrollo del nuevo Plan de Desarrollo Institucional.

El director ejecutivo del proceso de acreditación, Thomas Griggs, destacó el carácter participativo del trabajo realizado para conseguir este hito institucional. “Más de 15 mil personas contribuyeron a esta autoevaluación, considerando a quienes respondieron nuestras encuestas. Es un logro colectivo que reconoce lo que hemos construido y, al mismo tiempo, abre un nuevo ciclo de desafíos para continuar fortaleciendo la docencia, la investigación, la innovación y la vinculación con el país”, dijo.

Finalmente, la Prorrectora Mizala destacó que con esta acreditación “la Universidad de Chile reafirma su compromiso con el bienestar del país, su capacidad de enfrentar un entorno cambiante y su voluntad de seguir contribuyendo, desde el conocimiento, la cultura y la formación de personas, a un desarrollo más justo y sostenible para todas y todos”.